sábado, 14 de diciembre de 2013

Patatas con bacalao y arroz


Ayer, cuando volvía a casa después de dar un buen paseo, salió a relucir  el eterno tema de las comidas (parece que después de hacer ejercicio es un tema recurrente) y una de mis amigas comentó que había comido bacalao y, algún resorte emocional me llevo a mi infancia cuando mi madre preparaba, con bastante frecuencia, un plato fácil de cocinar, barato y muy sabroso: Patatas con bacalao y arroz, por lo que antes de llegar a casa, me pase por el super y cogí una barqueta de migas de bacalao.  Cuando llegue a casa, lave las migas de bacalao y las puse en agua.  Esta mañana, en un pis-pas, he preparado el plato que ha salido tal como me esperaba, riquísimo.  Os dejo la receta y estoy segura de que si la preparáis os va a gustar muchísimo.


 
Ingredientes: ½ Kg de patatas, una tacita de arroz (aprox. 45 g), 400 g de migas de bacalao (previamente desaladas), dos ajos, un pimiento verde, una cucharadita de pimentón, aceite, una cayena  (opcional) y sal.
 


Elaboración: Se pone al fuego una cazuela con un chorro de aceite, cuando el aceite está caliente, se añaden los ajos troceados  y el pimiento verde cortado en rodajas,
 
 
se deja unos minutos, y se pochan a fuego lento , cuando el ajo ya está dorado se añaden las patatas tronchadas y el arroz, se rehoga todo y se añade el pimentón, la cayena (optativo) y seguidamente el agua caliente. 

 
Se deja hervir durante 10 minutos y se añaden las migas de bacalao (que previamente se han dejado en agua durante una noche para desalarlas).
 
 
Cuando ha hervido un ratito se prueba y si  hiciera falta se pone el punto de sal, se deja cocer unos minutos más, aproximadamente 20 minutos en total y se sirve.
 
 

martes, 19 de noviembre de 2013

Lentejas con codillo

Con los primeros fríos invernales apetecen las legumbres y ayer, mientras hacía la compra en el "super", al ver los estupendos codillos que tenían expuestos, no pude resistirme y enseguida se me ocurrió preparar esta receta.



Ingredientes: 2 codillos frescos, 500 g de lentejas, 2 cebollas, 2 zanahorias, 1 puerro, 1 rama de apio, 2 patatas, 1 pimiento verde, dos tomates, 6 ajos, 3 clavos de olor, comino, unos granos de pimienta negra, 2 hojas de laurel, aceite y sal



Elaboración: En una olla rápida, con agua fría, se cocinan los codillos, se añade el puerro, la rama de apio, una cebolla (a la que hemos pinchado los tres clavos de olor), una zanahoria, los granos de pimienta negra y un poco de sal y se dejan hervir, a fuego moderado aproximadamente media hora.



Mientras, en una cazuela con agua fría, ponemos las lentejas (previamente lavadas), añadimos las dos hojas de laurel, media cebolla, el tronco de la rama de apio, medio pimiento verde, dos ajos y el comino y se pone a fuego suave durante media hora, vigilando bien para que no se peguen.




Mientras las lentejas se están cociendo, en una sarten, hacemos un sofrito con dos ajos, media cebolla, medio pimiento verde todo bien troceado y cuando ha cogido color se añaden los dos tomates pelados y cortados en rodajas.  Cuando las verduras estén cocinadas, se incorporan a las lentejas.



Una vez que hemos comprobado que los codillos están bien cocidos, se sacan de la olla, el caldo en el que éstos han cocido, después de desgrasarlo y colarlo se incorpora al guiso de lentejas.


















Después, los codillos se deshuesan y se trocean y se incorporan a la cazuela donde cuecen las lentejas, se deja la cazuela al fuego cociendo todo junto unos cinco/diez minutos, se comprueba el punto de sal,  se apaga el fuego y se dejan reposar.

Mientras se fríen en sarten las patatas y una de las zanahorias, cortadas en dados. cuando ya están fritas se añaden como guarnición al plato.



sábado, 14 de septiembre de 2013

Roscos de anís

Aún recuerdo  ver a mi madre haciendo los roscos de anís, para cualquier acontecimiento que celebrábamos en casa o si esperaba una visita a la que quería agradar especialmente.

Yo la ayudaba siempre pues me encantaba que los hiciera, al principio solo me dejaba hacer, cuando ya quedaba poca masa, lo que nosotros llamábamos  “palotes”, que era lo que ahora llaman “huesos de santo”.  Según fui creciendo  ya me dejaba participar más activamente y, bajo su continua vigilancia, podía darles la vuelta y sacarlos, para  lo cual me tenía que subir a un taburete para llegar a la sartén.

Hace unos días, se celebraron las fiestas de la Virgen del Campo, la copatrona de Ribadeo y pusieron muchas casetas de fería y, al pasar entre ellas me llego el olor tan familiar de los roscos de anís que hacía mi madre, los estaban haciendo en una de las casetas. 

A pesar de mi “régimen perpetuo” no me pude resistir y compre media docena, calentitas aún,  antes de llegar a casa ya me había comido una de ellas. Las otras cinco las compartí con mi marido, pero la que se llevó la mayor ración fui yo.

Desde entonces, todos los días me levantaba con la intención de hacer unos pocos roscos, pero por unas causas u otras hasta hoy no encontré el momento oportuno.

Me han salido riquísimos y, como no puedo invitaros, al menos quiero compartir la receta con vosotros.


Ingredientes: 2 huevos, 100 g de azúcar para la masa y azúcar para rebozarlas, 80 ml de leche, 80 ml de aceite de girasol para la masa y aceite de girasol para freírlas, 70 ml de anís, la ralladura de un limón, 1 cucharada de levadura Royal, una pizca de sal y la harina. 

Con relación a la harina conviene tener en cuenta en esta receta lo siguiente, decía siempre mi madre, que era la experta, que  había que poner la harina que admitiera, es decir cuando la masa quedara blanda, elástica y ligeramente “pegajosa”, yo he puesto casi 400 g de harina (pero es mejor echar un primer golpe de  300 g e ir añadiendo poco a poco hasta que la masa este en “ese” punto que os he indicado antes, si añadimos demasiada harina la masa se manejará mucho mejor, pero los roscos quedarán más duros).

Elaboración: batimos los huevos con el azúcar, después vamos añadiendo los líquidos, la leche, el aceite y el anís. Sin batir demasiado, solo hasta que se integran.  Después añadimos la ralladura de limón, batimos otro poco,  y por último incorporamos la harina, en las cantidades que anteriormente indique,  previamente tamizada y mezclada con la levadura y la pizca de sal. 

Batimos la mezcla hasta que la harina está integrada y cuando comprobamos que la masa está en su punto la dejamos reposar durante , más o menos, una hora, tapada con un paño. 

Transcurrido ese tiempo, nos untamos un poco de aceite en las manos y vamos cogiendo porciones de masa, haciendo con ellas una bolita, como si fuesen albóndigas y las dejamos sobre papel de horno, para que no se peguen.  Cuando tenemos unas cuantas hechas ponemos a calentar el aceite en una sartén honda o un cazo. 
Cuando ya está en su punto el aceite, no demasiado fuerte para que no se “arrebaten” por fuera y queden crudas por dentro cogemos las bolitas una a una (siempre con las manos bien engrasadas de aceite) y  les hacemos un agujero con un dedo en el centro para darles la forma, las estiramos para agrandar el agujero y las introducimos en el aceite.


Al echarlas en la sartén primero se quedan abajo y luego emergen a la superficie, yo lo que hago para que queden más redonditas y con el agujero más amplio, es meter el tenedor en el hueco girarlas  mientras todavía no han subido, pero, si os resulta complicado, podéis obviar este paso.



Se vigilan y cuando ya han cogido color por ambos lados, se sacan a un plato con papel absorbente y cuando están un poco templadas se rebozan con azúcar y se ponen en una fuente.

martes, 3 de septiembre de 2013

Flan de mango

Hace unos días, me invitaron a un cumpleaños y había varias tartas, todas caseras y riquísimas, pero a mi marido (que aborrece los huevos) se le hicieron los ojos chiribitas cuando descubrió que una de ellas, que tenía toda la apariencia de un flan, no llevaba huevo, así que, sin ningún reparo pedí la receta, y en cuanto llegué a casa se me hizo tarde para prepararla:



Ingredientes: 1 sobre de gelatina de limón,  500 ml de nata para montar, 1 bote mediano de mango en almíbar, un frasco de caramelo líquido y 4 cucharadas de azúcar


Elaboración
Se pone a escurrir el almíbar del mango


En un cazo se pone a calentar la nata con el azúcar y el almíbar, cuando está a punto de hervir  se le añade el sobre de gelatina de limón y se remueve para disolverla.   Se reserva.


Se unta un molde con caramelo líquido y se forra el fondo con las rodajas de mango.


Cuando la mezcla anterior esté tibia  se vierte en el molde  y se mete en el frigorífico, tiene que estar un tiempo mínimo de dos horas para que la gelatina haga su efecto.  Pasado ese tiempo se vuelca sobre una fuente.


Variaciones: la tarta se puede hacer con piña en almíbar, en este caso se  pone la gelatina de piña y también, para hacerla más ligera se puede sustituir la nada por leche.


Como podéis ver además de ser una tarta riquísima es muy sencilla de preparar, os la recomiendo.

domingo, 3 de febrero de 2013

Guiso de Patatas con calamar y almejas

Este es un plato muy sabroso y sencillo de hacer, yo hace muchos años que lo preparo y cuando lo hago parece un día de fiesta.  A todos les gusta, espero que a vosotr@s también.


Ingredientes: 800 gr de patatas, un calamar grande o dos pequeños, 500 gr de almejas, un puñado de sal gorda, sal, aceite, una hoja de laurel, una cucharadita de pimentón, media cebolla, dos ajos, un puerro y un pimiento verde (italiano).


Elaboración: Se lavan las almejas y se ponen en un recipiente con agua en la que se habrá disuelto el puñado de sal gorda.
En un recipiente (yo para este plato utilizo un wok), se pone un poco de aceite y se lleva al fuego, se echan los dos ajos cortados por la mitad, y cuando ya están dorados se incorpora el calamar,    limpio, cortado en trozos (no muy grandes) y bien seco.  Cuando ya está dorado se saca y se reserva. 

En ese mismo recipiente y con el aceite que ha quedado, se rehogan las verduras,  la cebolla, el puerro y el pimiento verde, todas ellas picadas muy finas.
Mientras se pone al fuego un recipiente con agua y las almejas, las cuales se van sacando a otro recipiente según se van abriendo. Reservamos el caldo que queda.

Cuando las verduras ya estén bien rehogadas se añaden las patatas, peladas y cortadas y los calamares que teníamos reservados
y se rehoga todo junto unos minutos moviendo con la cuchara para que se mezclen bien todos los sabores.  Ponemos una cucharadita de pimentón, lo movemos un poco y añadimos el caldo en el que se cocieron las almejas, colándolo con una estameña para filtrar la arenilla que sueltan . Si hiciera falta se pone más agua.

En ese momento se comprueba el punto de sal y, si hiciera falta se pone ésta (no hay que poner antes la sal, pues el caldo que dejan las almejas al cocer ya tiene algo de sal). Por ultimo, se incorpora la hoja de laurel y se deja que cueza a fuego suave unos 10/15 minutos, entonces se incorporan las almejas, y pasados cinco minutos se apaga el fuego.  Se deja dos o tres minutos reposando y se sirve. 

domingo, 9 de diciembre de 2012

TORTILLA DE PATATAS


Ya sé que a algunos/as os parecerá extraño, como poco, que os traiga  la receta de la tortilla de patatas, y en vuestro descargo, admito que tenéis algo de razón, pues hacer una tortilla de patatas es algo que aquí, en España, casi todos, la hacemos con los ojos cerrados pero, resulta que en este blog tenemos seguidores/as alemanes, ucranianos, rusos, canadienses, etc. etc., y ell@s no lo tienen tan fácil.  Por ello,  les quiero rendir un pequeño homenaje y les traigo la receta de la genuina y auténtica tortilla de patatas que hacía mi madre y que yo sigo haciendo.
 
 
 Ingredientes: 5 huevos medianos ó 4 grandes, 5 patatas medianas, 1 cebolla,  Aceite de oliva virgen extra, Sal

 

Elaboración: Pelamos, lavamos y secamos las patatas, las cortamos en rodajas finas, pelamos la cebolla y la cortamos en trozos no muy grandes


Ponemos una sartén al fuego con abundante aceite de oliva virgen extra, cuando el aceite esta bien caliente, se echan las patatas y la cebolla, después bajamos la intensidad del fuego, manteniéndolo en un termino medio ya que es muy importante que las patatas se frían bien, pero que no se arrebaten y por otra parte si el fuego esta muy bajo se aceitan.

 

Cuando las patatas ya están blanditas, que se rompen con el canto de la espátula, las ponemos en un colador, y las dejamos que escurran  bien el aceite.

 

Mientras, batimos en un bol los huevos, no hace falta batir demasiado, y cuando las patatas están bien escurridas las incorporamos al  bol de los huevos batidos  y les ponemos el punto de sal.

En la sartén donde hemos frito las patatas, dejamos un fondo (muy escaso) de aceite de oliva lo dejamos que se caliente y echamos la mezcla del bol, la dejamos unos segundos con el fuego mayor temperatura y con la espátula removemos un poco la mezcla, con objeto de que el interior quede un poco cuajado y  ya sin moverla la dejamos que se dore unos minutos por esa cara.

 
Le damos  la vuelta, ayudándonos de un plato llano o de una tapadera


 (también hay unos utensilios especiales para esto se llaman “vuelve tortillas”, una especie de plato redondo de poco fondo, que debajo tiene un pomo para sujetarlo, lo que facilita esta maniobra)

foto tomada de Internet
 La volvemos a poner en la sartén dos o tres minutos para que se dore del otro lado y cuando ya se ven los bordes dorados  la sacamos a la fuente donde se servirá.

 
Trucos:

·         Tengo una hermana que primero pocha la cebolla por separado, escurre el aceite y luego la añade al bol donde la mezcla la patata ya cocinada y el huevo.  Le queda bastante buena

 

·          Al batir los huevos  incorporar un chorrito de leche en la que se disuelve una cucharadita de levadura en polvo, de esta forma queda más esponjosa.

Bueno espero que os salga bien y que os guste.

 

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Mejillones rebozados con salsa tartara



Ingredientes para los mejillones:  1k de mejillones y una hoja de laurel. Para el rebozado: un huevo, harina, pan rallado y aceite para freir.  
Para la salsa: 200 ml de aceite de girasol (yo utilizo aceite de girasol, pues la mayonesa me gusta con este aceite, pero se puede utilizar aceite de oliva), sal, un chorrito de vinagre de sidra, 1 huevo cocido,  3 o 4  pepinillos,  5 o 6 alcaparras, 1 trozo de cebolla y el zumo de un trocito de naranja (dependiendo del tamaño como un cuarto).  


Elaboración: Se Limpian los mejillones  con un cuchillo raspando la superficie externa, se quitan  las “barbas” y se enjuagan en agua fría.  Seguidamente se pone a fuego lento  una cazuela con un poco de agua (basta con que cubra el fondo de la cazuela) y una hoja de laurel,  se incorporan los mejillones, se tapa la cazuela y pasados unos 3 o 4 minutos se sacan a otro recipiente los mejillones que se vayan abriendo.  Los que no se abran se tiran.  Reservar.



La salsa tartara* (se elabora con una base de mayonesa): en el vaso de la batidora de brazo (tipo minipimer) se pone el aceite, el huevo, una pizca de sal y un chorrito de vinagre, se mete el brazo de la batidora hasta el fondo y se pone en marcha pero dejando el brazo quieto hasta que se vea que la salsa aflora a la superficie entonces, se mueve suavemente el brazo de la batidora de arriba abajo hasta que la salsa este ligada.  

La salsa  debe quedar espesa, si no estuviera así, se añade mas aceite y se vuelve a pasar el brazo de la batidora. Se prueba y se rectifica el punto de sal si hiciese falta. Reservamos.


Se pican finamente los pepinillos, las alcaparras el huevo cocido y la cebolla y se incorpora a la salsa, se mueve suavemente hasta que todos los ingredientes están completamente incorporados y se añade el zumo del trozo de naranja.


Se sacan los mejillones de sus conchas (se guarda una de ellas y la otra se tira) y los secamos con papel de cocina,  se rebozan en harina, huevo batido y pan rallado y se fríen en abundante aceite.


Presentación: En la concha de los mejillones que hemos guardado, bien seca con papel de cocina,  se pone una cucharadita de la salsa y encima un mejillón frito y se sirve, a poder ser recién frito.


*La salsa tartara original, lleva brandy, mostaza, perejil, etc.  pero a mi me gusta más así