Ingredientes: Un
paquete de 20 placas de lasaña precocida, un kg de espinacas frescas, una barqueta de migas de bacalao, aprox. 400 g, una lata de un kg de tomate (enteros), 2 o 3 ajos, una cebolla grande, 100 de queso
emmental rallado, un litro de leche fría, 90 g de harina, 40 g de mantequilla, nuez
moscada, aceite de oliva, una hoja de laurel y Sal.
Elaboración:
Las
laminas de lasaña: normalmente, hay que ponerlas en agua caliente
durante 20 minutos, pero lo mejor es seguir las instrucciones del fabricante,
eso si, hay que ponerlas en el agua una a una para que no se peguen, pasado el
tiempo indicado, se sacan a un paño de algodón para que escurran el agua hasta
que se vayan a utilizar.
Salsa
de tomate: Se pone en un recipiente un poco de aceite al fuego, incorporar
media cebolla picada, un ajo troceado y la hoja de laurel partida en dos. Cuando la cebolla comienza a transparentar,
añadir los tomates enteros, escurridos de su jugo. Se mantiene a fuego suave hasta que se
termina de hacer, unos 20/25 minutos, moviéndolo con una cuchara de madera de
vez en cuando. Cuando ha pasado ese
tiempo se pone un poco de azúcar y la sal, se da unas vueltas y se apaga el
fuego, y se reserva.
Espinacas: Se da un hervor a las espinacas, se escurren y se trocean. Se pone una sartén al fuego, con un poco de aceite y un ajo picado. Cuando el ajo esta dorado, se incorporan las espinacas, se mueve un poco para que no se peguen y se reservan.
Bechamel: Se ralla la otra mitad de la cebolla, se pone
al fuego una cazuela con aceite y mantequilla,
a fuego suave, se incorpora la cebolla rallada y, cuando está transparente (si
hiciese falta se puede añadir un poco de aceite), se incorpora
la harina, se dan unas vueltas para que
la harina no se quede cruda y se incorpora poco a poco la leche fría, al
principio removiendo fuerte con una cuchara de madera para que no haga grumos y
después ya mas despacio para que no se
pegue. Se sazona con sal y nuez moscada y se reserva.
El
bacalao: tiene que estar previamente desalado. Si son trozos gordos, hay que filetearlo, de
forma que queden laminas finas. Se secan
bien con papel de cocina y se reservan.
Montaje:
primero, para calcular bien dividimos (mas o menos, no tiene que ser exactas)
las espinacas y el bacalao en tres partes y la bechamel en cuatro partes.
En la fuente en la que se va a llevar al
horno se hace una cama con la salsa de tomate (toda),
encima ponemos la primera capa: empezamos
con la pasta, encima de éstas una de las partes de espinacas, encima de ellas una parte de las
laminas de bacalao y encima una parte de la besamel, y ya tenemos la primera capa,
empezamos de nuevo con la segunda capa y cuando terminamos de poner la tercera
capa, terminamos poniendo una capa de la
pasta y encima la cuarta parte de la bechamel
y encima de esta el queso emmental.
Metemos la fuente en la parte media del horno, ya
precalentado, calor arriba y abajo, a 150º durante 35/40 minutos, si cuando
llega al final no esta dorado, subimos la fuente a la parte alta del horno y le
damos un golpe de gratinador a 180º unos 3/4 minutos.
Lo sacamos del horno y lo dejamos que se enfrié un poco,
unos 5/10 minutos y a comer.
Consejo: En este plato hay que ser muy cuidadoso con la sal,
ya que al llevar bacalao, éste puede haber quedado algo salado, por lo que
conviene no poner demasiada sal en cada uno de los pasos.